Esta semana se me ocurrió una idea para mejorar un proceso y ahorrar costes en la empresa.
Y solo hizo falta una conversación para comprobar la validez de la idea. 💡
Bienvenid@s un domingo más a “De FANTASÍA A REALIDAD”, la breve newsletter donde intentar aterrizar las ideas en hechos.
La idea
El caso, como iba diciendo: viendo uno de los procesos de la empresa, vi que los operarios hacían ese procedimiento de una forma que luego había que reprocesar el producto. Se trata de una industria alimentaria.
Y se me ocurrió una idea para no reprocesar el producto, no perder el embalaje y en consecuencia, ahorrar costes por todo: embalaje, desgaste de la maquinaria, coste de personal, de luz, de tener que reprocesar…
Buah que maravilla de idea, y lo mejor serían los costes que le haría ahorrar a la empresa.
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Ahí que voy a contarle la idea al responsable.
—“…porque supondría una reducción de X embalajes por día, lo que al año, por línea de producción sería de Y… bla bla bla”
—Vale genial, pruébalo a ver qué tal y me cuentas.
Al día siguiente
Llego a la línea y le cuento la idea a un operario, para que me ayudara a probar la nueva solución.
Su respuesta, tras poner cara de apio revenido:
—“A ver, la idea en sí no es mala, lo que pasa que el producto ya lo aprovechamos para hacerle la inspección visual; vaya, que lo vamos a tener que reprocesar de todas maneras”
—🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡🤡
Al que se le quedó cara de anchoa ahora fue a mí.
Moraleja
Lección aprendida: buscar la causa raíz, investigar las cosas (tampoco eternamente, pero sí lo básico).
Lo fácil, cómodo y placentero es quedarse en el problema principal, en lo superficial y evidente. Pero en muchas (la mayoría) de ocasiones, hay que escarbar un poquito para conocer mejor, informarse mejor y en consecuencia, tomar mejores decisiones.
Si le hubiera hecho esa pregunta a ese operario al principio, que es la persona que conoce su puesto y está ahí las 8 horas de su turno, pues me hubiera ahorrado la cagada.
PD: me tocó volver al responsable y decirle que la idea no valía. Él sonrió. Posiblemente ya lo sabía, y le agradezco que no me dijera nada.
Que tengas buena semana.
Un abrazo.