[Después de varios problemillas técnicos, espero que ahora sí se mande el capítulo que debería haber salido anoche..] Mis disculpas. Pero bueno, te lo lees si quieres en el desayuno de hoy.
Si no has intentado nunca imitar a alguien o hacer lo que otra persona hacía, para llegar a lo que esa persona había alcanzado:
Deja de leer. Eres un crack.
Bienvenid@s a “de fantasía a realidad”, la newsletter donde aterrizamos e intentamos hacer real y tangible, ideas fantásticas y super cuquis del mundo de yupi.
Sé como tú
Hoy te voy a hablar de Aladdín. Como curiosidad te diré que el nombre viene del árabe “Ala ‘ad-Din”, y significa “nobleza”.
La historia supongo que ya te la sabes. Es una historia de Las mil y una noches, aunque no pertenezca a la versión original árabe.
¿Qué pasa?
Pues que Aladdin pretende ocultar su verdadera realidad. ¿Lo consigue? Bueno… con la ayuda del genio la verdad es que no le sale mal del todo, al menos al principio.
Al final ya sabes que se descubre el pastel, y le sale más rentable mostrarse tal y como es: ser él mismo es más valioso que fingir algo que no es.
Yo sé que esto a ti no te ha pasado nunca…
Voy a intentar representarte con un dibujo lo que pasa cuando hacemos esto. 👇
SPOILER: dibujo fatal, pero espero que se entienda el mensaje.
A nivel personal y profesional pasa exactamente lo mismo.
Si empiezas a conocer a una persona (❤) e intentas actuar/ comportarte/ hacer/ decir/ *verbo que quieras*, cosas que no eres. ¿Cuánto crees que puedes aguantar?
¿Y la otra persona cuando conozca a tu propio y verdadero tú?
Y a nivel laboral y profesional: ¿crees que varía la situación? ¿O que es más fácil pasar desapercibido? Jejeje… iluso-a-e.
Venga, intenta hacerte pasar por un buen cirujano (sin serlo claro), a ver lo que duras en cuanto uno “de verdad” te ponga a prueba.
Todo cae por su propio peso.
Si te está gustando este capítulo, dale un like o comenta algo, aunque sea esto: 🦋
Que parezca que hay vida ahí detrás!
Correr es de cobardes
O de atletas.
Si algo tienen las frases Happy Flowers es que son una 💩. Y si algún día me lees diciéndote alguna sin explicación ninguna: dímelo, no me vaya a estar intoxicando sin darme cuenta.
¿Por qué te digo esto?
Estaba pensando en cómo escribir que hay que tomar riesgos. Y en cómo escribirlo sin caer en soltar alguna de estas frases de empoderamiento que te ultramotivan durante 3 segundos y fin.
Y como no me sale nada pues te lo suelto tal cual: arriésgate: busca oportunidades en otro país, aprende algo nuevo, conoce gente, haz eso que nunca te has atrevido…
¡¡Con cabeza!! A ver si ahora vas a hacer una barbaridad y vas a justificar que lo leíste en una newsletter.
Ejemplo real: esta semana he escrito a ¿x? para hacer una propuesta de servicios. Llevo tiempo queriendo hacerlo pero me daba pánico dar el paso. Me atreví. Puede salir o no salir, pero lo aguuuuusto que te quedas habiendo dado el paso, eso motiva más que una frasecita.
Así que te lo repito:
Modela
Una cosa es imitar todo de una persona, copiando hasta su personalidad y olvidándote de la tuya.
Y otra muy distinta es modelar a otra persona. Cuando modelas a alguien, generalmente lo haces porque esa persona es buena en algo que tú quieres aprender o desarrollar, y aprendes e imitas su manera de hacer, con el objetivo de aprender.
Modelas, pero sigues siendo tú!
No hace falta que modeles a la Madre Teresa de Calcuta, a Martin Luther King o a Warren Buffett.
Puedes elegir a alguien cercano, de tu familia, amigos o trabajo, que sea bueno en una habilidad (profesional o personal) que quieras desarrollar y aprender de cómo lo hace, de cómo pensaría en cierta situación y qué haría.
Y no tiene por qué ser una sola persona, puedes tener tu “mesa de consejeros” que te asesoren en tu día a día, y lo mejor de todo esto es que es gratis.
👉 Así que te animo a que pienses en alguien a quien modelarías y por qué. Y si quieres cuéntamelo por LinkedIn. Y te cuento a quién modelo yo.
Recomendación semanal 📘
Como te he hablado de esta “reunión con consejeros invisibles”, te dejo el libro en el que lo leí, y en el que apareció por primera vez.
Esta “técnica” era y es un poco loca, sobre todo para la época en la que se escribió, y de ella hablaré más esta semana en LinkedIn, por si no te apetece leerte el libro.
A pesar del título, no es de dinero de lo que se preocupa el autor en desarrollar.
Te aviso: no es un libro sencillo de leer, y diría que es para un nivel más medio-alto. Al menos fue mi sensación al hincarle el diente. Hay otros por los que empezar más sencillos de digerir y aplicar.
Si te han compartido este capítulo, puede ser porque te quieran modelar o porque le caes bien a esa persona. Así que si esto te interesa: apúntate!
Un abrazo y hasta la semana que viene
Alejandro